Gripe zapatista

Llevamos unos cuantos días en los que México está bastante en boca de todos por el tema de la gripe porcina, lo cual supongo que no les hará mucha gracia a los mexicanos. La cosa parece que se la han tomado en serio e incluso han tomado serias medidas para mantener la enfermedad controlada: el ejército tiene vía libre para actuar, se aconseja a la gente no salir de casa, se cierran los comercios y las escuelas... ¿Es realmente necesario todo esto? No se. El caso es que todas estas cosas me estaban pasando el otro día por la cabeza cuando por casualidad me topé con la noticia de que el pasado abril se cumplieron 90 años de la muerte de uno de los mexicanos más conocidos. Se trata de Emiliano Zapata.

Zapata nació en 1879 en el estado mexicano de Morelos. De origen humilde, pronto se dedicó al campo y la agricultura, y en 1911 inició la revolución en México. Esta revolución se debió a los abusos que el gobierno de Porfirio Díaz estaba cometiendo contra el pueblo y en especial contra los agricultores. Estos últimos veían como se les desposeía salvajemente de sus tierras para ser explotadas por el gobierno (¿no suena al proceso de deskulakización realizado por Stalin?).

Durante esta revolución mexicana destaca que en el corto periodo de 10 años se derrocara a 4 gobernantes: el citado Díaz, Madero, Huerta y Carranza. La causa fue que, una vez llegaban al poder, todos incumplían las promesas hechas y acordadas con los agricultores. Zapata siempre se mantuvo vigilante para que esto no fuese así.

Como decía la noticia, ahora se acaba de cumplir el 90 aniversario de su muerte, y es que Zapata acabó sus días en abril de 1919 asesinado en una emboscada. Jesús Guajardo le engañó haciéndole creer que quería unirse a él, para hacer frente a Carranza, pero finalmente le tendió una trampa junto a sus hombres y le asesinó.

De este personaje mexicano cabe destacar que el proceso de revolución que lideró fue siempre a favor del pueblo, o más bien de los mencionados agricultores, y a diferencia de muchos otros héroes revolucionarios más conocidos y más idolatrados que él (Castro, el Che) nunca buscó el poder ni la gloria propia (o al menos no lo demostró así) y no utilizó su revolución al servicio de una ideología.

3 comentarios:

  1. Por fín, me alegro de conocer un personaje revolucionario y honrado.

    Por cierto, hay una película, titulada Viva Zapata, de Sam Peckimpack y protagonizada por Anthony Quinn, que resulta bastante entretenida.

    Filos.

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  2. Castro ¿buscaba sólo el poder o le acabó corrompiendo?

    el killer

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  3. Filos, la verdad es que a mi también me sorprendió. Es posible que sea porque tenga algunos prejuicios respecto a los revolucionarios en general (creo que muchas veces justificados). Al menos las fuentes que yo he leído sobre Zapata reflejaban así su historia. Trataré de profundizar un poco más; esperemos que la sorpresa no quede en decepción.

    En cuanto a Castro, personalmente creo que si buscaba el poder (siempre fue la cara visible y líder de la revolución y en cuanto vencieron se puso él mismo a liderar el gobierno, no dando su trabajo por concluido), aunque posiblemente también le corrompió y acabó haciéndole peor de lo que era.

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