Capitán América

Recientemente, con la fiebre y la enganchada todavía recientes después de leer la primera temporada de "The Ultimates", me puse con el volumen 5 del Capitán América, concretamente con su primera parte denominada "Otro Tiempo", que es obra de Ed Brubaker (guión) y Steve Epting (dibujo). Lo malo (o lo bueno) es que el final queda totalmente abierto y hay que esperar a la segunda ("Soldado de Invierno") y me imagino que a la tercera parte ("Amenaza Roja") para conocerlo. Así que de momento, sólo diré que tanto el dibujo como la trama me están pareciendo muy buenos, pero no me atrevo a recomendarlo hasta que no acabe con toda la historia.

Pero entonces... ¿a qué viene toda esta introducción? Pues viene a que mientras lo estaba leyendo, o ya no sé si fue mientras decidía sobre qué entrada hacer en el blog, me vino a la cabeza que seguramente no todo el que se pasa por el blog sabe quién es el Capitán América, de donde procede, qué poderes tiene, etc. Y además muchas veces igual divierte más una entrada a modo resumen sobre el Capi que una reseña de un cómic concreto... así que haya vamos.

En 1942, durante la II Guerra Mundial, Steve Rogers, un joven estudiante estadounidense, decide alistarse en el ejército para combatir al ejército nazi, pero debido a su débil condición física es rechazado. Sin embargo el ejército vuelve a ponerse en contacto con él para ofrecerle formar parte de un programa secreto de investigación. Rogers acepta y los científicos le inyectan el llamado suero del super-soldado que, combinado con otra serie de pruebas, le acaban convirtiendo en un soldado perfecto con unas capacidades físicas aumentadas hasta el máximo humano. Además de estos poderes, el ejército dota también al Capitán América de un escudo indestructible creado a base de vibranium (que permite absorber todas las vibraciones e impactos) y adamantium (metal indestructible similar a las garras de Lobezno).

Por otro lado, además de sus poderes, su escudo, su característico uniforme o su experto conocimiento de las artes marciales y del combate cuerpo a cuerpo, el Capitán América es conocido por su elevado cumplimiento del deber, su sentido del honor y su defensa de la libertad, rasgos que le hacen ser un claro referente dentro de la familia de superhéroes.

Sus primeras misiones tienen como objetivo combatir al ejército nazi, donde se encuentra ya con los famosos enemigos que le acompañarán en el futuro: Cráneo Rojo y el Barón Zemo. En una de sus misiones, intentando detener una bomba programada por este último, el Capitán América la hace estallar en el aire, provocando la muerte de su fiel amigo Bucky y acabando con el propio Capi en las heladas aguas del Ártico. El ejército le da por muerto pero años más tarde se descubre que en realidad, gracias al suero del super-soldado, había permanecido congelado en animación suspendida.

El "Centinela de la Libertad", como también es conocido el Capitán América, continúa con sus batallas y aventuras; algunas le llevan a unirse a Los Vengadores junto con Thor, Hulk, IronMan... y otras a unirse a SHIELD o a luchar junto a su compañero El Halcón. Como todos los superhéroes, pasa por sus momentos buenos y sus momentos malos, destacando entre estos últimos el hecho de descubrir que el suero del super-soldado está deteriorando su cuerpo a medida que combate. Afortunadamente, y gracias a su enemigo Cráneo Rojo, consigue encontrar una cura para ello.

Recientemente, y debido a la guerra civil (Civil War) estallada dentro del Universo Marvel, el Capitán América es asesinado por oponerse a una ley del gobierno. Este evento levanto una gran polvareda en el mundillo del cómic estadounidense y dicen que incluso en el propio país. En cualquier caso, los rumores y las filtraciones indican que la cosa no quedará ahí y que Steve Rogers tiene aún muchos combates por cubrir... ¡habrá que esperar para ver qué sucede!

PD: Mi conocimiento un poco en profundidad sobre el Capitán América se remonta a no más de 4 años atrás, así que de antemano pido perdón a los expertos en la materia por los posibles errores.

The Ultimates

Habitualmente los comics en los que se juntan a la vez muchos superhéroes diferentes se me atragantan un poco. Por un lado, la trama no me suele enganchar tanto y se me hace más difícil meterme en la historia, y por otro, como en las batallas y peleas se les quiere dar protagonismo a todos, en ocasiones estas se me hacen un poco mareantes y muy superficiales. Como ejemplos “Crisis en Tierras Infinitas” o “Kingdom Come”, ninguno de los cuales me llegó a llenar del todo. Pero la semana pasada mi hermano me pasó el primer volumen de “The Ultimates” y las sensaciones han sido completamente diferentes.

Este primer volumen, llamado “Superhumanos” engloba los 13 primeros números de la serie de Marvel “The Ultimates” que ha supuesto junto con todo el Universo Ultimate, un giro radical en el mundo del cómic, llevando a los personajes a un concepto más moderno y actual.

La trama de esta saga viene a retomar a los que fueron los antiguos Vengadores, de forma que el general Nick Furia debe reunir en torno a la organización de espionaje S.H.I.E.L.D. a varios superhéroes para hacer frente a una invasión alienígena. Los elegidos son, entre otros, el Capitán América, Thor, IronMan, Hulk, Viuda Negra y Ojo de Halcón. El resto de la historia tendréis que leerla para conocerla.

Como os digo, a pesar de que la colección de personajes es bastante variada, en esta ocasión la trama me ha absorbido completamente, y la verdad es que ya desde el primer número me vi enganchado y metido dentro de la historia. Una historia que además de narrar la trama principal de la saga, consigue profundizar en cada uno de los personajes y que prácticamente no decae en ningún momento. En cuanto a las peleas, son simplemente geniales, claras y bien desarrolladas y concretamente hay una que, junto al Batman vs Superman de “El Regreso del Caballero Oscuro”, quizá sea con la que más he disfrutado nunca.

En definitiva un cómic, y toda una saga, altamente recomendable. Con un dibujo espectacular, obra de Bryan Hitch, y un guión moderno, dinámico e interesantísimo a cargo de Mark Millar. Sin duda una buena excusa para invertir el bono-cultura.

"Así se las ponían a..."

Al empezar a escribir sobre Fernando VII en la anterior entrada, me he acordado de un anuncio que sale últimamente en la radio y la televisión. En él, utilizando un famoso dicho, aparece el siguiente eslogan: "Así se las ponían a Felipe II, ¿o era a Fernando VII?".

Realmente el dicho correcto es con Fernando VII ("Así se las ponían a Fernando VII") y habitualmente se emplea cuando nos han dejado algo para hacer o acabar, que está tirado, está chupado, está a huevo, está a punto de caramelo... pero realmente no acabamos de encontrar la solución.

He buscado por Internet acerca de cuál es su origen y he encontrado que este está en las partidas de billar de Fernando VII y sus cortesanos. Estos, siempre intentando tener contento al monarca, manipulaban las bolas y fallaban sus tiradas a propósito, para que el rey ganara las partidas. Parece que este era un poco torpe y ni aún así podía ganar.

Fuente: Aplicaciones Didácticas

Enrique VIII y Fernando VII

Seguro que todos conocéis, al menos en general, la historia de Enrique VIII de Inglaterra: su ruptura con la Iglesia Católica, la creación de la Iglesia Anglicana, su famoso mal carácter, sus comportamientos en muchos momentos despóticos… Y seguro que sabéis también que, por un lado la necesidad de tener un heredero y por otro sus caprichos sentimentales, le llevaron a tener hasta 6 esposas y que estos matrimonios acabaron de formas muy diferentes. Sabréis también que finalmente obtuvo un sucesor, que sería Eduardo VI, aunque su primogénita fue una mujer, que reinaría posteriormente durante 5 años como María I de Inglaterra, María Tudor.

Pero lo que mucha gente no sabe es que aquí en España tuvimos un rey con un gran paralelismo, al menos en el plano sentimental y paternal, con Enrique VIII. Y es que, dejando aparte las rupturas religiosas, Fernando VII compartió muchas de las características conocidas de la vida del famoso rey inglés.

Fernando VII, conocido como el Rey Felón, y seguramente el rey con peor fama en la historia de España, también necesitó de varios matrimonios para conseguir un heredero al trono. Y aunque no llegó a las 6 esposas de Enrique, si que tuvo que contraer matrimonio en 4 ocasiones, finalizando estos también de formas diferentes. La primera vez se casó con una prima (heredera de Sicilia), que sufrió dos abortos y murió sin descendencia. La segunda con una sobrina (heredera de Portugal) que falleció junto a su hija a consecuencia del parto. La tercera con una heredera de Sajonia con la que no tuvo descendencia debido, dicen, a la timidez de esta. Y por cuarta y última vez se casó con otra de sus sobrinas, María Cristina, quien al fin le dio descendencia.

Este último matrimonio sería el definitivo y de él saldría una nueva semejanza con el rey inglés. Y es que después de tanto casamiento, el primer descendiente de Fernando acabó siendo también una niña (finalmente no tuvo hijos varones) que, al igual que María Tudor, también llegaría a reinar.

El resto de la historia ya la conocéis: Fernando VII no supo reaccionar a tiempo y cometió el último gran error para completar su reinado. Al no dejar del todo clara la abolición o la restauración de la ley sálica que todavía planeaba sobre la monarquía, la sucesión de su hija Isabel quedó en entredicho, dando origen así a las famosas Guerras Carlistas. Pero eso ya es otra historia...

La Traición de Roma

¡El gran remate final! La verdad es que fue lo que sentí cuando terminé de leer la semana pasada "La Traición de Roma", la tercera y última novela de la gran trilogía de Santiago Posteguillo sobre Publio Cornelio Escipión.

Así como muchas, incluso quizá la mayoría, de las sagas o trilogías van perdiendo interés o frescura a medida que avanzan en su desarrollo, esta es una clara excepción al respecto. Ya comenté lo mucho que me habían gustado las dos anteriores novelas. "Africanus: El Hijo del Cónsul" tiene a su favor, como todo primer número de una serie, la novedad de la trama y de los personajes, la capacidad de sorpresa y en este caso además el poder descubrir la gran narrativa de Posteguillo. Por otro lado, "Las Legiones Malditas" destaca por su mayor ambiente bélico y su mejor recreación de la acción y las batallas, y además nos deja ver una evolución clarísima en muchos de los personajes principales. ¿Qué le quedaba ahora a "La Traición de Roma"? Pues en principio parecía que poco margen de maniobra, pero no. Posteguillo se ha vuelto a salir con la suya, y ha conseguido otra clara evolución en la trama, otro novelón que completa a la perfección a los otros dos volúmenes.

En ella los principales personajes: Escipión el Africano y Aníbal Barca, están acercándose a su final. El final tanto de su carrera militar y política, y el final de su propia vida. Este camino irremediable hacia su destino va acompañado en la novela de una nueva vuelta de tuerca para las personalidades y las ambiciones de ambos, aunque sobre todo de Escipión, de quien se nos deja ver ya claramente un cierto lado oscuro que comenzaba a intuirse en la segunda novela. Un lado oscuro si, pero que no hace sino describir de forma más realista al personaje y en definitiva engrandecer aún más su figura.

Como puntos concretos de la novela destacaría dos:

En primer lugar, la Batalla de Magnesia, donde el ejército romano consigue acabar con las fuerzas de Antíoco III de Siria. Una batalla descrita sensacionalmente (una vez más) y muy comparable a la espectacular Batalla de Zama que tiene lugar en "Las Legiones Malditas".

Batalla de Zama

Y segundo, y más grande aún, los finales de ambos personajes. Perfectamente narrados, con unos capítulos finales sublimes y que ponen el punto emotivo y sentimental perfecto a la toda la obra. Y es que, después de vivir tantas aventuras y sufrir en tantas batallas junto a Publio y Anibal, reconozco que se me ponía la piel de gallina mientras leía cómo Posteguillo narraba su muerte. No sé, será que cuando me meto en la historia, me meto de verdad, y joder... que queréis que os diga... ¡Si casi lloro, coño! ¡Si casi lloro!

"Joe" me decía Andoni, "cómo estás con la trilogía de Escipión ¿no?". Y sí, tenía toda la razón. La verdad es que me ha enganchado mucho mucho. Y no sé, si tuviera que elegir no sé con cual de las tres novelas me quedaría, quizá con la segunda: "Las Legiones Malditas", que me pareció la más épica, pero lo que si sé es que recordaré esta trilogía por mucho tiempo. Gran capacidad didáctica, enorme entretenimiento, debates e intrigas políticas, héroes y acción. Una obra completísima con la que aprender y disfrutar. Una maravilla.

Boromir y Eddard Stark

¡Se me había olvidado escribir esta entrada! ¿Pero cómo me ha podido pasar? ¡Si soy un fan acérrimo! Bueno, el caso es que Rubén me pasó el otro día este link en el que se comenta que Sean Bean (Boromir en "El Señor de los Anillos") va a interpretar a Eddard Stark en la serie que está preparando la HBO sobre la saga "Canción de Hielo y Fuego" de George R.R. Martin.

Por lo que he estado investigando, parece estar confirmado que la serie de momento sólo adaptará la primera novela de la saga, "Juego de Tronos", que comenzará a rodarse en Irlanda y que además del honorable Rey de Invernalia, la mayoría de los personajes importantes también tienen ya un actor que los interprete, como es el caso de Jon Nieve (Kit Harrington), Joffrey Baratheon (Jack Gleeson), Bran Stark (Isaac Hempstead-Wright), Bejen Stark (Joseph Mawle), Robert Baratheon (Mark Addy), Khal Drogo (Jason Momoa) o el "gran" Tyrion Lannister (Peter Dinklage). Todos ellos, y algunos más que no he puesto aquí, han ido siendo confirmados paulatinamente en el propio blog de Martin.

En este otro link que os dejo aparecen comparados algunos de los actores con un retrato del personaje que interpretan: La Compresa de Adamantium - Canción de Hielo y Fuego: Reparto Confirmado. Creo que a la mayoría de ellos les va como anillo al dedo.

Para los que no sepan de qué estoy hablando, diré que "Canción de Hielo y Fuego" es una saga de fantasía épica, con ambientación medieval, escrita por el estadounidense George R.R. Martin. Para que os hagáis una idea, es algo así como "El Señor de los Anillos" pero con pocos personajes fantásticos y una temática más adulta. Toda ella (o al menos los 4 primeros libros que están escritos) está llena de principio a fin de inteligentísimas intrigas políticas, grandes traiciones, inesperados giros de la trama, cientos de personajes y enormes batallas, lo cual la ha convertido en la saga de fantasía más exitosa e importante del momento.

A los que no la conozcáis os la recomiendo fervientemente, aunque casi os aconsejaría esperar a que se publicaran el resto de libros (a Martin todavía quedan 3 por acabar de escribir) porque una vez que se empieza con la historia es muy difícil parar. Y si no que se lo pregunten a Pedro, a Pablo, a Andoni, a Miguel, a Rubén... Os lo aviso: ¡muy difícil!

PD: ¡Joder, que gusto haber podido tener una excusa para hablar de esta maravilla y recordar sus personajes y sus historias! Y pensar que casi se me olvida...

Baal

A pesar de que en la última encuesta voté por General Romano, tengo que decir que agradezco enormemente no haber participado nunca en una guerra. Ahora estoy leyendo “La Traición de Roma”, y justo acaba de tener lugar la famosa Batalla de Magnesia (es posible que la comente otro día por aquí). Y algo que me ha hecho gracia y me ha gustado, y que también lo ha hecho en batallas anteriores de la trilogía, son las maldiciones que sueltan los soldados y cómo muy a menudo se acuerdan de sus dioses. Los romanos suelen hacer mención sobre todo a Júpiter y Jano, y a veces a Cástor y Pólux (héroes de la mitología griega), pero en el caso de los cartagineses el más nombrado de todos es sin duda Baal.

Batalla de Magnesia

Baal era uno de los muchos dioses que tenían varios pueblos de la antigüedad entre los que destacan los fenicios, los filisteos y como digo, los cartagineses. Concretamente se trataba del dios de la guerra y es por ello que se supone era tan invocado durante las batallas.

Lo curioso de este dios, y concretamente de su nombre, es que forma parte de varias palabras y nombres propios que de una u otra forma han llegado hasta nuestros días, siendo algunos de los más conocidos:

Aníbal: que proviene de Hanan-Baal y cuyo significado es “el que tiene la gracia de Baal”, es decir “el que tiene la gracia de dios”.

Asdrúbal: cuyo origen es Athru-Baal y que significa “el que está protegido por Baal”, o lo que es lo mismo “el que está protegido por dios”.

Los cristianos y los judíos obviamente no aceptaban a este dios, y en consecuencia el principal rey del Infierno acabó tomando el nombre de Belcebú, cuyo nombre proviene de Baal-Zebub, que significa “dios de las moscas” o “señor de las moscas”.

Así que nada, para variar un poco ya tenéis una nueva expresión para soltar de vez en cuando: “¡Por Baal!” o “¡Baal, que susto!”… ya veréis, quedaréis como muy cultos… como chorras, pero muy cultos.

La navidad, el tiempo y Séneca

¡Y en un pis-pás nos hemos plantado en Diciembre ya! Y ahora se pasará la navidad como si nada. Comidas, regalos, cenas, besos, más comidas, reuniones, más regalos, discusiones, más cenas, familia, amigos, más comidas… y de repente se acabó. Y otro nuevo año que empezamos. ¡2010 ya! ¿Cómo pasa el tiempo no? Sin darnos ni cuenta. Para intentar evitarlo, este pasado fin de semana he intentado ser consciente de cuánto tiempo quedaba en cada momento. Viernes a la tarde: “bien, todavía queda todo el fin de semana”. Sábado a la mañana: “bien, bien, todavía sábado”. Sábado a la tarde: “bueno, todavía no se ha acabado el sábado y aún queda todo el domingo”. Pero nada, ni aún así. Al final llegó el domingo a la tarde y me encontré pensando: “Joder, si mañana hay que ir a trabajar ya, si ya se ha acabado el finde”.

Y es que el tiempo al final se pasa volando y muchas veces aunque lo queramos aprovechar al máximo, nos encontramos con que no tenemos tiempo para hacer nada. Y si lo extrapolamos a toda una vida, es posible que nos pase lo mismo, que la vida se nos acaba cuando todavía tenemos la sensación de que nos queda mucho por hacer, de que se nos han quedado muchas cosas en el tintero. “Tempus Fugit” que dirían los romanos. Pero... ¿realmente aprovechamos bien nuestro tiempo? Pues alguien que reflexionaba un poco sobre estas cosas y que sabía un poco de todo esto: del hombre, de la vida, del tiempo y de la existencia, nos dice básicamente que no.

Recientemente he leído la obra de Séneca “Sobre la Brevedad de la Vida”, en la que se nos transmite la idea de que la vida no es corta, que es lo suficientemente larga, y que somos nosotros los que desperdiciamos el tiempo en cosas que no lo merecen. El filósofo cordobés escribió que, para aprovechar verdaderamente el tiempo, deberíamos intentar dedicarnos a la reflexión, a nuestro yo interior y a hacer aquello que realmente nos llena y nos hace sentirnos realizados, lo que en conjunto él llama virtud. En cambio nosotros, por pereza, dejadez o comodidad, no solemos actuar así, sino que llenamos nuestra vida con cosas banales, y simples entretenimientos que no nos permiten tener una vida más intensa y completa.

Pero Séneca no desprecia totalmente esos entretenimientos banales, las riquezas o los placeres. Piensa que se puede disfrutar de ellos, pero sin sentirse su esclavo y acabar subordinado a ellos. Que en nuestra dedicación a la virtud, esos placeres irán apareciendo por el camino para poder aprovecharlos, pero eso si, sin convertirlos nunca en el fin último o el objetivo de dicho camino.

La obra fue escrita por Séneca en el 55 d.C. pero todavía hoy puede aplicarse perfectamente a nuestros días y nuestra sociedad. Quizá deberíamos hacer un poco de caso al antiguo sabio cordobés y por ejemplo durante estas navidades tratar de no poner tanto énfasis en todas esas comidas, cenas, reuniones y regalos que tenemos por delante (porque al final pasan volando y antes de que nos demos cuenta) y tratar de dar un sentido más profundo a ese periodo navideño y meditar sobre las cosas que nos rodean, sobre la propia vida y lo más importante, sobre nosotros mismos.