Realismo Mágico

En las diferentes ocasiones en que me había planteado leer “Cien Años de Soledad”, siempre se me habían venido a la cabeza las palabras aburrida, tostón, pesada, etc., que finalmente acababan siendo una excusa para no atreverme con ella. La verdad es que me pasa muchas veces. Ya antes siquiera de abrir el libro, le cuelgo el sambenito de “aburrido”, o de “este autor me cae mal”, o simplemente de “esto a mi no me va a gustar” (creo que con esta me pasaba un poco de los tres casos). A veces acierto claro, pero otras no, y a veces la cosa tiene delito, porque lo único que consigo es dejar de leer alguna que otra gran novela. Alguna gran novela como por ejemplo “Cien Años de Soledad”.

Afortunadamente hace un par de semanas, gracias a mi padre (que me lo regaló) y a mi compañera de trabajo Anita (que me lo había recomendado alguna vez), decidí superar mis prejuicios y me puse con la novela de García Márquez. Para quien no la haya leído, simplemente reseñar que la novela cuenta la historia de una saga familiar: los Buendía, cuyos miembros van viviendo una serie de disparatas aventuras, junto a los personajes que van visitando Macondo, el pueblo donde vive la familia. Lo primero que me sorprendió muy gratamente es que la novela es todo lo contrario a lo aburrida y pesada que me había imaginado, y es que tiene golpes de humor constantes, que me hicieron sonreír e incluso soltar alguna carcajada (de estas de: “menos mal que estoy solo porque parezco gilipollas”). De todas formas también habría que decir que quizá no todo el mundo llegue a encontrarle el gustillo a la novela, ya que no es ni mucho menos un humor ni una narrativa muy común. Es real, pero a la vez fantástica. Es moderada, pero también delirante. Es, en definitiva, puro realismo mágico. Un género que muestra una realidad alterada, que transforma lo extraño e irreal en algo común, y del que “Cien Años de Soledad” es seguramente su máximo exponente. Dicen que Vargas Llosa, o Borges también lo han desarrollado en algunas obras, pero yo no lo he experimentado en mis propias carnes. Ejemplos que me he encontrado yo que podrían encajar en este realismo mágico, y que es posible que conozcáis: “Alacranes en su tinta” del bilbaíno Juan Bas, y en el mundo del cine: “Amelie” o “El milagro de P.Tinto”. Seguro que hay ejemplo mejores, pero bueno, uno llega a lo que llega.

En definitiva, que me ha gustado y me ha sorprendido. Diría que me ha gustado bastante y me ha sorprendido mucho. Os la recomiendo. Con reservas y teniendo en cuenta lo anterior, pero os la recomiendo. Y yo que no quería leerla… aaaayyyy… ¡cosas de los prejuicios!

PD: Un clásico menos pendiente

2 comentarios:

  1. Que tal muchacho !!

    Enhorabueno por el cambio de plantilla en el Blog. EStá mucho mas claro así.

    Otro ejemplo de realismo mágico o por lo menos algo que se le acerca mucho ..., la trilogía "Verdes valles, colinas rojas" del gran Ramiro Pinilla; y lo tenemos aquí al lado que es de Getxo !!!. Pedazo de obra !!. A ver si encuentras un hueco y te metes con ello que de verdad merece la pena.

    Ale pues !!!

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  2. Muchas gracias Rubén!! Viniendo de un profesional de esto, tiene más valor todavía.

    De "Verdes valles, colinas rojas" ya he tenido alguna referencia más. Con esta tuya, ya no me queda más remedio que anotármelo en la lista de pendientes.

    Nos vemos.

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