El Hereje y el maestro Delibes

Ahora que lo he terminado hace un par de semanas, lo primero que se me ocurre al pensar en "El Hereje" es lo bien escrito que está y lo fácil que me resultó su lectura. Nada más coger el libro y ponerme con las primeras líneas, ya intuí que con esa novela todo iba a ir rodado, que iba a disfrutar de principio a fin. Sin duda, así fue. Y ahora que lo pienso, creo que esa misma sensación fue la que experimenté cuando hace unos años leí "El Camino". Y es que cuando uno está leyendo a un maestro como Miguel Delibes, se nota desde el primer momento: la facilidad, la sencillez, y la precisión con la que transmiten las ideas, los sentimientos de los personajes y las descripciones de los lugares.

La historia también me gustó porque siempre me ha llamado la atención el periodo, los acontecimientos y los personajes de La Reforma, pero a decir verdad la trama tampoco es que sea lo mejor de la novela. Cuenta las aventuras de Cipriano Salcedo, un ciudadano vallisoletano que allá por 1.557 experimenta en primera persona la llegada de la Reforma a la ciudad del Pisuerga y la consiguiente reacción de la Inquisición. Lo bueno es que la dinámica del argumento va de menos a más y que los pasajes un poco más lentos se compensan claramente con la magnífica prosa de Delibes. Además, en algunos momentos resulta bastante emotiva (ojo los que sois de lágrima fácil) y como conclusión permite extraer un buen alegato a favor de la libertad de creencia y la libertad religiosa.

Es muy posible que esta no sea una de las mejores obras de Delibes, pero aún así es Delibes y con eso ya es suficiente.

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