Los Almogávares

La mayoría de las novelas históricas de Jose Luis Corral me encantan: El Salón Dorado, Trafalgar, El Cid...  tan es así que le considero uno de mis autores favoritos. Pero dicen que toda regla tiene una excepción, y en este caso ha sido "El Invierno de la Corona". Esta cuenta, a través de la vida de un notario del rey, la última etapa del reinado de Pedro IV de Aragón, conocido como "El Ceremonioso": las disputas internas con sus más allegados por su sucesión, los conflictos bélicos frente a enemigos como Génova, y las tensiones por el cisma de la iglesia. Vamos, que la época tiene miga y no es mala para sacar algo interesante, pero es que la novela, por una razón o por otra, me pareció un poco lenta y me terminó decepcionando.

Y como el libro no me hizo mucho chiste y ya he citado lo que quería contar sobre él, he pensado que mejor hago mención a un interesante colectivo protagonista de aquellos años y de aquel poderoso reino de Aragón: los Almogávares.

El ejército de los Almogávares estaba formado por soldados mercenarios que sirvieron durante los siglos XIII y XIV a los intereses de la Corona de Aragón. La procedencia de estos soldados era muy diversa: desde Cuenca y la costa mediterránea hasta las montañas de Aragón, Navarra o Cataluña, pero en conjunto se caracterizaban por un destacable valor y una enorme ferocidad, cuya fama les hacía ser temidos antes sus enemigos.

Después de luchar contra los musulmanes durante la Reconquista y conquistar Sicilia para la Corona de Aragón, los Almogávares finalmente se desvincularon de dicho reino y partieron hacia Constantinopla para combatir del lado del Imperio Bizantino y enfrentarse al ejército turco. A los que allí se dirigieron se les acabó conociendo como la "Gran Compañía Catalana", que estuvo liderada por el caudillo más importante y famoso que tendrían los Almogávares: Roger de Flor, un antiguo caballero templario.

Roger de Flor, caudillo de los Almogávares, es recibido por el emperador bizantino

El éxito de los Almogávares, y más concretamente de su líder, frente a los turcos, hizo que se desatasen las envidias y las luchas de poder, y finalmente Roger de Flor fue víctima de una trampa y asesinado por orden del emperador bizantino. Los Almogávares se tomaron la revancha asolando pueblos y ciudades en lo que se conoció como "la venganza catalana", y finalmente dejaron Bizancio para dirigirse a Grecia. Allí, además de tomar Atenas, protagonizarían una de sus últimas grandes hazañas: conquistar el ducado de Neopatria para anexionarlo a la Corona de Aragón.

La Cúpula - Stephen King

Llevaba tiempo queriendo escribir esta entrada, pero reconozco que he estado vago. Y además me estaba sintiendo mal por dejarlo pasar. Y con razón, porque el libro me gustó tanto que no se merecía estar esperando para tener una entrada en el blog. Lo siento Stephen, pero el trabajo y el ocio no me dejaban. Pero tranquilo, que hoy sí que sí. Hoy finalmente le toca a "La Cúpula", la última novela de Stephen King.

El pueblo de Chester's Mill ve como de la noche a la mañana es rodeado misteriosamente por una cúpula que impide a sus vecinos salir de ella, así como a los foráneos entrar al pueblo. Este hecho hará que las tensiones entre los ciudadanos dentro de la cúpula aumenten paulatinamente a medida que se acaban los suministros, que la histeria y los nervios se apoderan de los habitantes y que se desaten, con gran agresividad, las ansias de poder de algunos de sus dirigentes.


Físicamente es un buen tocho que puede tirar para atrás a más de uno, pero literariamente es un continuo entretenimiento, y personalmente hacía tiempo que una novela no me enganchaba tanto hasta el punto de que, bien en el trabajo o bien haciendo cualquier otra actividad, la mente se me iba cada dos por tres al pueblo de Chester's Mill para tratar de averiguar por mí mismo cual podría ser el motivo de la maldita cúpula o pensar en cómo podría ayudar yo a alguno de mis héroes de allí dentro.

Además de que su trama principal y su base argumental: la aparición de la cúpula y la investigación de la causa de su aparición, son ya de por sí muy atractivas, es muy posible que el secreto de la novela sea que alrededor de ella Stephen King ha construido, entre los diferentes habitantes del pueblo, un entramado de historias secundarias fascinantes, emocionantes en algunos casos y terribles y despiadadas en otros, que consigue sorprender y poner los pelos de punta, o hacer reír y temblar de miedo con sólo un par de páginas de distancia.

Ya dije hace un tiempo que, a pesar de que "El resplandor" me encantó, seguía siendo un poco reacio a las historias de King. Después de los comics de "La Torre Oscura", y ahora después de "La Cúpula", me sitúo definitivamente al otro lado de la barrera y me convierto en un gran defensor suyo... vaivenes que tiene la vida...

Arquímedes

Ota sesión de "Time's up", más de 3 horas seguidas, y otro personaje. Esta vez uno fácil, al que conocíamos todos y que particularmente siempre me ha llamado la atención y por alguna razón me ha caído bien. Hablo de Arquímedes. Como digo, lo acertamos medianamente fácil cuando salió, pero me sorprendió que la gente no sabía bien cómo definirlo. Pensé que si me hubiese tocado a mí, lo habría definido como matemático o como físico de la Antigua Grecia, pero alguno incluso se atrevió a calificarlo como filósofo. No sé, es muy posible que la imprecisión en los términos se deba a la gran polivalencia que caracterizó al griego, ya que dedicó su vida a varias disciplinas: matemáticas, física, astronomía, ingeniería... y quizá, para resumir todas en una sola, la mejor sería científico.

En cualquier caso, si su profesión o su dedicación concreta no está del todo clara, lo que sí lo está es el principio o la teoría más importante que desarrolló, y por la cual se le conoce: el Principio de Arquímedes. Es una de esas teorías que aprendes en el colegio y que luego prácticamente nunca se olvidan, lo que seguramente se deba a que sólo hace falta imaginársela gráficamente en la cabeza para comprenderla. Aun así, nunca viene mal recordarla, y este, como cualquier otro, puede ser un buen momento. Sería más o menos así:

"Todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje vertical y hacia arriba igual al peso del volumen de fluido desalojado". A lo que en física se le ha llamado posteriormente Empuje hidrostático.

Este principio, tan básico y tan sencillo, nos ayuda a comprender porqué un objeto se hunde o no en el agua. Yo, no sé porque, pero siempre me imagino el ejemplo con un globo que meto en una bañera llena de agua. El globo, lleno de aire, al ser de menor densidad que el agua, es empujado hacia arriba con más fuerza que la de su propio peso (la fuerza del volumen del agua que desaloja el globo frente al peso del globo de aire) y por tanto sale a la superficie. Si en cambio me lo imaginase con un bloque de hormigón, este se hundiría porque el empuje hidrostático que experimente hacia arriba es mucho menor que el peso del propio bloque: si por ejemplo este fuera de 1m3, está claro que 1m3 de hormigón pesa más que 1m3 de agua.



Obviamente, este suceso se conoce ahora y se conocía (y empleaba) antes de Arquímedes sin necesidad de que el griego lo citase, pero fue él el que primero lo definió concretamente y lo formuló matemáticamente, al igual que hizo con otro de sus teorías más conocidas: el Principio de la Palanca, que consiste en transmitir y aumentar la fuerza ejercida gracias a una barra rígida y a un punto de apoyo.

En cuanto a este principio, de sobra es conocida, además de empleada metafóricamente en otros campos, la famosa frase de Arquímedes al respecto: "Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo".


Por cierto, Arquímedes murió asesinado por un soldado romano durante el asedio de Siracusa, a pesar de que los mandos romanos habían dado orden expresa de que se le respetase debido a sus elevados conocimientos. Y además creo recordar que este episodio es citado en uno de los libros de la trilogía de Santiago Posteguillo sobre Publio Conelio Escipión y las guerras púnicas.