Los ecos del Big Bang

La teoría del Big Bang, conocida por todos, es la solución científica más ampliamente aceptada para determinar el origen del universo. Una de las pruebas más importantes para su desarrollo y aceptación fue el descubrimiento de la radiación cósmica de fondo. Esto es, una radiación de microondas que nos llega desde todos los puntos, que afecta a todos los confines del universo, y que proviene de aquel supuesto momento inicial. Pero, independientemente de que una cosa pruebe la otra, una pregunta que personalmente siempre me ha inquietado es ¿cómo puede ser que todavía estemos recibiendo los ecos de dicho Big Bang? ¿cómo es posible que todavía estemos recibiendo radiación del Big Bang si se calcula que este ocurrió hace unos catorce mil millones de años? Y ahora lo pongo en número que impacta más: 14.000.000.000 años!!

Pues bien, según la teoría del Big Bang -combinada con las más recientes teorías de inflación cósmica- en el momento inicial del universo, toda la materia que existe actualmente (incluida la antimateria) se encontraba concentrada en un pequeño punto, que tenía por tanto una densidad y temperatura enorme. En ese momento, aun se desconoce porqué, tuvo lugar una enorme explosión, y el universo comenzó entonces un movimiento de expansión. Durante un tiempo ese movimiento de expansión se realizó a una velocidad superior a la de la luz y por tanto de forma más rápida que la radiación emitida por la explosión inicial del Big Bang. De esta forma, la radiación cósmica de fondo -que viaja a la velocidad de la luz- no pudo alcanzar a todos los lugares del universo (incluidos nosotros) hasta mucho tiempo después, y es por ello que ahora todavía la detectamos.


Pero claro ¿por qué, una vez que nos alcanza, dicha radiación no nos supera y pasa de largo? ¿cómo es posible que la sigamos detectando? Y además ¿por qué nos llega entonces desde todos los puntos y no solo desde donde supuestamente se inició el Big Bang? Pues la respuesta, explicada de forma sencilla (quizá demasiado), es que se puede decir que el Big Bang no fue una sola explosión sino varias. Cada uno de los puntos de materia que existen actualmente (por si es más fácil de entender, y aunque aún no existieran como tal, podéis considerar nuestra Tierra, Marte, o la Vía Láctea o la escala que queráis) estaba representado en aquel pequeño espacio inicial también por un punto. Pues bien, en realidad se puede considerar que lo que se produjo fue una explosión en cada uno de esos puntos de materia, y no una única explosión. De esta forma, todos esos puntos de materia de entonces emitieron una radiación, que es la que nos está llegando todavía ahora de forma constante desde todas la direcciones.

Además, como decíamos, con el movimiento de expansión cada uno de estos puntos se alejaron unos de otros a una velocidad superior a la de la luz, con lo que se distanciaron aún más de nosotros y por tanto haciendo comprensible que la radiación cósmica no nos pase de largo sino que todavía nos continué llegando procedente de los puntos más lejanos, y luego de los aún más lejanos, y luego más y más, etc...

PD: Podéis escuchar una explicación de este fenómeno, mucho más detallada y profesional, en el siguiente podcast de la fantástica página Cienciaes.com - Ciencia para escuchar:

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