El Puente de los Asesinos - Pérez-Reverte

Puede que con Pérez-Reverte lo habitual sea tener "una relación de amor-odio" como me confesó recientemente mi amigo Borja, o como creo que también diría mi amigo lionés -si no eso exactamente, quizá algo parecido-. Sin embargo, he de decir que no es mi caso. No sé, será porque sus novelas habitualmente me encantan, o porque me gusta el enfoque de sus artículos, o igual es porque me siento acompañado cuando él y Chuck Norris se sientan a mi lado las noches de domingo en el bar de Lola. No sé. Ni siquiera sé si sus artículos me gustan porque me gustan sus novelas, y por tanto los leo un poco condicionado, que todo puede ser. Bueno, da igual, el caso es que a mí me cae bien, o al menos me parece un buen tío, que no es poco con los tiempos que corren. Bueno, ese tampoco es el caso, sino más bien la excusa para empezar la entrada de hoy, que va sobre la última de Arturo Pérez-Reverte, que también es la última de don Diego Alatriste, "El Puente de los Asesinos".

Cinco años hacía ya que no sabíamos nada de las andanzas del Capitán, desde que allá por finales del 2006 se publicara "Corsarios de Levante". Pero el tiempo transcurrido no ha hecho sino incrementar las ganas de volver a vivir nuevas experiencias junto al curtido soldado y su inseparable Iñigo Balboa. "Las Aventuras del Capitán Alatriste" rezan las portadas de cada una de sus entregas. Aventuras. Eso es. No sé si será por esos cinco largos años de espera pero este último episodio me ha parecido el más entretenido de todos, y el que quizá defina mejor la palabra aventura.

Coincidíamos mi amigo Gorka y yo en que es probablemente la entrega que más nos ha gustado. Igual es que estábamos un poco emocionados porque lo teníamos reciente, pero sin duda es indicativo de que el veterano Capitán ha vuelto a lograr atraparnos en ese mundo de esplendor español que ya empieza a ver cómo su decadencia llama a la puerta. Ese mundo que en esta última novela nos transporta a tierras italianas, en concreto a los tenebrosos canales y callejuelas de Venecia, perfectamente descritas por Reverte, y a vernos inmersos en una peligrosa misión a varias bandas, donde uno no puede fiarse de nadie.

Lo dicho, aventuras. Emboscadas, persecuciones y duelos, traiciones y lealtades, nuevas misiones y viejos conocidos, y todo ello como siempre envuelto magníficamente en el ambiente y la época del Siglo de Oro español. De tal forma, que estás en la cama leyendo y te dan ganas de echar la mano al florete cuando la contraria te grita que espabiles y que hagas la cena: "¡¡Cagüendiela!!" que diría el valiente Sebastián Copons.

Buddy Holly

La música, mi gran olvidada en este blog, pero siempre latente, siempre presente en casa, en el coche, en el trabajo... Ahora, no sé muy bien cómo, me ha dado por Buddy Holly. No lo conocía hasta hace bien poco, lo cual denota mi ignorancia musical porque Charles Hardin Holley, conocido artísticamente como Buddy Holly, está considerado como uno de los más grandes de la historia de la música y uno de los padres del Rock and Roll, a cuya cumbre llegó a mediados de la década de 1950, convirtiéndose en una referencia y una clara influencia nada menos que para los Beatles, los Beach Boys, Bob Dylan y otros muchos.


Buddy Holly - Crying, Waiting, Hoping:


Buddy Holly - Everyday:



Holly mantuvo una estrecha relación con Ritchie Valens (otro gran precursor del Rock and Roll y autor de "La Bamba") y The Big Bopper, junto a quienes el 3 de febrero de 1959, sufrió un trágico accidente de avioneta que acabó con las vidas de los tres y por tanto con su corta pero exitosa carrera. El accidente supuso un gran impacto social en la época y aquel día pasó a ser conocido como "el día que murió la música" ("the day the music died"). Años más tarde, Don McLean compondría una fantástica canción ("un temazo" que diría alguno), en homenaje a este día y a sus tres ídolos que entonces fallecieron: "American Pie", de la que os dejo una de las estrofas que citan aquel día y otro vídeo por si a alguno le apetece recordarla.


And the three men I admire most, the Father, Son and the Holy Ghost
They caught their last train for the coast the day the music died
Y los tres hombres que más admiro, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo
tomaron su último tren hacia la costa el día que murió la música.



 

Años de Guerra - Vasili Grossman

Hace ya unos meses que no dedico a la lectura todo el tiempo que me gustaría. Algo parecido me está pasando con el blog, que me cuesta actualizarlo más de lo normal, y hasta me he planteado dejarlo definitivamente. Creo que todo se debe a determinadas situaciones personales y laborales que me están consumiendo más tiempo y energía de lo habitual. Y el problema derivado de ello es que no me encuentro fresco para escribir. Bueno, creo que ni tan siquiera para pensar o para reflexionar sobre determinadas situaciones del día a día, como a veces me gusta hacer y como creo que es necesario y saludable para todos. Y como he empezado diciendo, con la lectura me está sucediendo algo parecido. O bien no le saco tiempo, o bien no consigo concentrarme totalmente en la trama de la novela, en las ideas planteadas en el ensayo, o en lo que sea que esté leyendo.

Por todo esto, y porque siempre he pensado -y repetido aquí mismo como un loro- que la lectura, además de ser una actividad de constancia y esfuerzo, es también una actividad de momentos, de que un mismo libro es capaz de engancharte o repelerte, de apasionarte o defraudarte, dependiendo del momento de tu vida en que llegue a ti; creo que es por todo esto por lo que, muy a mi pesar, al final tuve que abandonar la tercera obra con la que me atrevía de Vasili Grossman, "Años de Guerra". Digo muy a mi pesar porque las dos anteriores me habían encantado, sobre todo "Vida y Destino". Me resultaron originales en su forma de redacción, estremecedoras en los pasajes bélicos y muy didácticas sobre la época histórica en que se desarrollan: la II Guerra Mundial y la postguerra desde el punto de vista soviético. Pero con "Años de Guerra" no he podido. Lo que antes me parecía original, ahora se me hacía pesado, y los relatos que antes me atrapaban ahora se me hacían eternos.

Vasili Grossman

En definitiva, que no me atrevo a recomendárosla porque yo mismo no he podido acabarla, pero estoy seguro de que el libro es bastante mejor de lo que a mí me ha parecido. Para quien tenga inquietud diré que "Años de Guerra" se desarrolla en plena II Guerra Mundial, desde el momento en que comienzan las hostilidades entre la Unión Soviética y Alemania, y es una recopilación de un par de novelas cortas de Grossman, así como de algunos artículos de guerra (también semi-novelados) que el propio autor escribió como reportero de guerra durante aquel periodo bélico. Eso sí, si no habéis leído nada de Grossman, os recomiendo que comencéis por "Vida y Destino", creo que es a la vez su mejor obra y la más fácil de leer.

"Piensa como piensan los sabios..."

"Piensa como piensan los sabios, mas habla como habla la gente sencilla"
Aristóteles (384 a.C. - 322 a.C.)

Una gran cita del que fuera maestro de Alejandro Magno. Si al gran rey macedonio -uno de los más poderosos  y más influyentes personajes de la Historia- le sirvió, seguro que nosotros podemos aplicárnosla perfectamente a nuestro día a día.

Aristóteles y Alejandro Magno